jueves, 20 de septiembre de 2007

CEGUERAS

Un ciego atravesó mi camino
y se interpuso en el de tantos otros videntes
pero al igual que la señora de "Hartazgo"
solo yo parecía preocuparme de su suerte.
Constituida en Lazarilla Subterranea
me acerqué presurosa en su ayuda
pero el rechazo fue rotundo y mudo,
solo su cabeza se meneaba negativamente.
Cuando su baston blanco se alzó,
entendí que debia retirarme.
Quizás no era su ceguera
la que requería asistencia
sino la visión impedida
de todos los anónimos ciegos que
a empellones trajinamos nuestros días.
Marai_aBlacke

1 comentario:

Gustavo Tisocco dijo...

Bellos textos Marai, bellos posteos en este blog que destila palabras.
Un abrazo enorme y gracias por pasar por mi blog.

Gus...