Ni paseos, ni bancos, ni canciones, ni plazas, ni edificios, ni sus calles, ni cafés, ni el puerto, ni estaciones, ni alamedas, ni letras, ni detalles.
Ni puestos de mate con sus termos, ni cartoneros recogiendo su miseria, ni pizzas, ni asados, ni San Telmo, ni Recoleta, ni Boca, ni Quinquela.
Ni hipódromo, ni rosaleda, ni río, ni costanera, ni obelisco, ni reserva, ni subte, ni remis, ni colectivo, ni cabildo, ni rosada, ni pileta.
Ni los cien barrios, ni su gente, ni Jorge Luis, ni Julio, ni Carlitos, ni tango, ni milonga, ni Corrientes, ni exagerados, ni próceres, ni mitos.
Ni recuerdos, ni historia, ni presente, ni hijos, ni abuelas, ni sus madres, porque ya todo es la nada de repente, porque no existe sin ti mi Buenos Aires.
¡¡Absolutamente maravillosa esta niebla porteña!!
ResponderBorrarMI BUENOS AIRES QUERIDO
Ni paseos, ni bancos, ni canciones,
ni plazas, ni edificios, ni sus calles,
ni cafés, ni el puerto, ni estaciones,
ni alamedas, ni letras, ni detalles.
Ni puestos de mate con sus termos,
ni cartoneros recogiendo su miseria,
ni pizzas, ni asados, ni San Telmo,
ni Recoleta, ni Boca, ni Quinquela.
Ni hipódromo, ni rosaleda, ni río,
ni costanera, ni obelisco, ni reserva,
ni subte, ni remis, ni colectivo,
ni cabildo, ni rosada, ni pileta.
Ni los cien barrios, ni su gente,
ni Jorge Luis, ni Julio, ni Carlitos,
ni tango, ni milonga, ni Corrientes,
ni exagerados, ni próceres, ni mitos.
Ni recuerdos, ni historia, ni presente,
ni hijos, ni abuelas, ni sus madres,
porque ya todo es la nada de repente,
porque no existe sin ti mi Buenos Aires.
Rafael, 10/08/06